Efectos Crisis Económica

EFECTOS DE LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL

Las economías no son estables. Sus altibajos son estudiados dentro de la teoría económica con el nombre de ciclos económicos. Según Dornbusch (1990): “es la pauta más o menos regular de expansión y contracción de la economía a lo largo de la tendencia media de crecimiento del producto real”. En su etapa expansiva o de crecimiento, se experimenta un crecimiento de la producción, nivel de empleo y precios. Durante la recesión, en cambio, estos indicadores caen.

Durante más de seis décadas se ha debatido, en especial, el fenómeno del crecimiento económico, el cual ha sido visto como una de las principales metas de la Macroeconomía (estudios de los grandes agregados: nivel de precio, empleo y crecimiento). Después de la Segunda Guerra Mundial, se ha creado dentro del campo de la economía una seria de teorías que tratan de explicar el crecimiento de los pueblos.

Este conjunto de teorías es lo que conforma la disciplina del desarrollo económico. En sus inicios se concebía (PERROUX): como “un proceso social global ya que involucra lo social, político y económico. Se refiere al cambio de actitudes mentales y sociales que vuelven a una población apta para mantener de manera duradera y progresiva el crecimiento de producto real y per-cápita”.

A partir de estos esquemas teóricos, la vía del desarrollo económico para los países se alcanzaba a través de la industrialización de sus economías de tal manera que se lograra la Modernización de la Sociedad, Incremento del Nivel de Ingreso y consolidación de los Procesos de Independencia. Para estos fines fueron creados el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Acuerdo General de Tarifas Arancelarias y Comercio; y más tarde, Organización Mundial de Comercio. Concebido así, “Modernización de la Sociedad se traduce en mejor nivel de vida para los ciudadanos vía el incremento del ingreso. Un mayor ingreso para dar acceso a los pobres al rango de bienes y servicios que se encuentran en las sociedades más desarrolladas. En otras palabras, más riqueza y prosperidad medida en la figura del dólar norteamericano” (Traducido de: RAPLEY, 2007).

En los últimos años, la concepción del Desarrollo Económico ha cambiado mucho. En esencia, hoy se persigue un enfoque más centrado en el individuo, capitalismo más humano, descentralización y participación ciudadana; así como una acción de los organismos internacionales más adaptativa, flexible y menos programática. Para SEN (1999) el Desarrollo puede ser visto como un proceso de expansión de las libertades reales que valoran o disfrutan las personas. Enfatiza que el Producto Nacional o el Ingreso son importantes, pero esa libertad depende también de otros factores como son el acceso a la educación, salud y participación en las decisiones políticas. Como requisito, plantea la eliminación de pobreza, la tiranía, la falta de oportunidades económicas, intolerancia, represión, entre otros.

Las crisis económicas definidas como prolongados estados recesivos de las economías, como se explicado antes, afectan a un sinnúmero de variables sociales, políticas y económicas. Y más aún, un retroceso o desaceleración de la expansión de libertades mencionadas por Amartya Sen; en especial, a lo concerniente a la Salud y Educación de los ciudadanos.

Unido a lo anterior, hay que destacar como una dimensión importante de esta teoría del desarrollo, el Concepto de Desarrollo Humano. Según Weil (2006) son “las cualidades del trabajo en las que centramos la atención”. Dichas cualidades (educación y salud), permiten aumentar la productividad y son resultado de inversiones pasadas. Este autor, además, compara la inversión en capital físico y el humano estableciendo muchas similitudes y diferencias importantes. Una de las características distintivas de la inversión en capital humano es que las decisiones son económicas (obtener mayores ingresos) y no económicas (enriquecimiento intelectual y espiritual) situando la inversión en el trabajo como una de las decisiones más importantes para nuestros países. Decisiones seriamente afectadas por la crisis económica mundial iniciada en Noviembre del 2008. En sentido de generalización e impacto, sus efectos podrían ser más profundos que la del 1929 debido a la interacción de los mercados y los avances en la tecnología de comunicaciones.

Para el caso dominicano, ha significado importantes reducciones en los principales indicadores de la economía. La reducción de las remesas, por ejemplo, repercute directamente en la calidad de vida de los ciudadanos afectando su acceso a la salud, educación, alimentación entre otros. De igual manera, la reducción en el nivel de empleo, crecimiento de la economía y los precios. Según las cifras oficiales (Banco Central) la economía ha experimentado una desaceleración de casi un 4%, ya que durante el presente semestre creció sólo 1.4% comparado con casi 6% para igual período el año pasado. Con relación a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en enero-junio fue de 3.19%, inferior al 7.57% observado en enero-junio de 2008.

La tasa de ocupación hasta abril del presenta año fue de 45.9%, siendo 2.2% menor comparada con 47.8% en abril del 2008.

Estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (2009) destacan los efectos de la crisis económica:

La pérdida del empleo entre los trabajadores quizá sea el efecto más evidente de la crisis. La mayoría de los así perjudicados pasan a ser “nuevos pobres” y la principal inquietud inmediata son las reacciones en cadena que un gran incremento en el número de desempleados en algunos sectores podría producir en otros sectores y en la disminución de la actividad económica…pueden tener efectos perjudiciales de importancia en las condiciones de salud de la población. Esos efectos se manifiestan a través de tres canales principales: i) disminuciones del gasto del sector público en salud producto de la baja de la recaudación fiscal, lo que a su vez conduce a una menor disponibilidad y calidad de los servicios; ii) reducción del gasto del sector privado en salud en forma de menores gastos directos, un menor uso de los servicios de atención médica y caídas en la cobertura de seguro médico, y iii) los efectos directos de la crisis sobre los individuos más vulnerables, por ejemplo, en forma de empeoramiento de la nutrición durante los primeros años de la infancia, lo que puede tener efectos permanentes sobre su salud física e intelectual como adultos.

Lo antes expuesto explica el amplio alcance y repercusiones de la crisis económica en los individuos.